El papa Francisco llegó a Mongolia en una visita histórica en medio de las tensiones con los vecinos Rusia y China.
Marca su 43 Viaje Apostólico a una de las comunidades más nuevas y pequeñas del mundo, siendo el sábado cuando inicie su agenda, debido a que este día será de descanso.
El pontífice envió un mensaje a Xi Jinping, presidente de China, al atravesar el espacio aéreo del país, como marca el protocolo del Vaticano.
“Asegurándole mis oraciones por el bienestar de la nación, invoco sobre todos ustedes las bendiciones divinas de unidad y paz”, dijo.