Los miembros del Grupo de los Siete países más ricos anunciaron este domingo una prohibición a las importaciones de oro de Rusia, al comienzo de una cumbre del G7 en los Alpes bávaros bajo la sombra de la guerra en Ucrania y sus consecuencias que van desde la escasez de energía hasta una crisis alimentaria.
La medida de Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón y Canadá es parte de los esfuerzos para endurecer las sanciones a Moscú y cortar sus medios para financiar la invasión de Ucrania, más de cuatro meses después del inicio del conflicto. El presidente ruso, Vladimir Putin, llama a la invasión “una operación militar especial”.
“Las medidas que hemos anunciado hoy afectarán directamente a los oligarcas rusos y atacarán el corazón de la maquinaria de guerra de Putin”, dijo el primer ministro británico, Boris Johnson, en un comunicado.
“Necesitamos privar al régimen de Putin de su financiación. El Reino Unido y nuestros aliados están haciendo precisamente eso”.
Un alto funcionario de la administración estadounidense dijo que el G7 haría un anuncio oficial sobre la prohibición de importar oro el próximo martes.
“Esta es una exportación clave, una fuente crucial de ingresos para Rusia en términos de su capacidad para realizar transacciones con el sistema financiero global”, dijo el funcionario estadounidense.
Las exportaciones de oro ruso equivalieron 12,600 millones de libras (15,450 millones de dólares) el año pasado y los rusos más ricos han estado comprando lingotes para reducir el impacto financiero de las sanciones occidentales, dijo el gobierno británico.
Además de la prohibición de importar oro, los líderes del G7 también estaban teniendo conversaciones “realmente constructivas” sobre un posible tope de precio en las importaciones de petróleo ruso, dijo una fuente del gobierno alemán.