El obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, fue drogado, esto de acuerdo a los resultados toxicológicos que dieron positivo a cocaína y benzodiacepinas.
El viernes 27 de abril, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) desconocía el paradero del monseñor Rangel, por lo que fue reportado como desaparecido, posteriormente fue encontrado con vida en un hospital de Cuernavaca.
Uriel Carmona, fiscal General del Estado de Morelos, informó que Rangel Mendoza fue privado de su libertad por un grupo de sujetos armados que lo despojaron de sus tarjetas bancarias, con las cuales hicieron diversas compras posteriormente.
Al sacerdote se le practicaron exámenes toxicológicos, dando positivo a cocaína y benzodiacepinas, de las cuales el abogado del obispo, Pedro Martínez Bello, argumentó que le fueron suministradas por sus captores.
Por lo anterior es que se recomendó que el obispo Salvador Rangel tuviera tres días de reposo para desintoxicar su cuerpo.
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