La calificadora Moody’s rebajó el lunes las calificaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) a “B1” desde “Ba3”, luego de que hiciera lo propio con la nota soberana de México la semana pasada, y mejoró su perspectiva a “estable” desde “negativa”.
El viernes, Moody’s redujo la nota soberana de México a “Baa2” desde “Baa1”, argumentado tendencias económicas y fiscales que prevé seguirán mermando de manera gradual, pero persistente, el perfil crediticio del país.
“La rebaja de las calificaciones de Pemex fue motivada por la rebaja de la calificación de México, dada la importancia crítica de la solidez financiera del Gobierno y el apoyo en la evaluación del perfil crediticio de Pemex a su alto riesgo de liquidez”, dijo la calificadora en un comunicado.
La acción, informó Moody’s, también consideró los altos vencimientos de deuda de Pemex hasta 2024 y las expectativas de la calificadora de un flujo de caja libre “negativo continuo” y la necesidad de grandes cantidades de financiamiento externo dadas las “pérdidas persistentes” en el negocio de refinación.
Además, Moody’s argumentó su decisión asegurando que Pemex necesita mantener el gasto de capital al menos en los niveles actuales para mantener estables la producción y las reservas.
“La acción también tomó en cuenta que el acceso de Pemex a los mercados de capital actualmente es limitado debido a su alto riesgo crediticio intrínseco”, agregó la agencia calificadora.
Pemex, considerada la petrolera más endeudada del mundo, anunció semanas atrás que analizaba varios mecanismos para regularizar su deuda con proveedores, que suma unos 13,500 millones de dólares. Su deuda financiera asciende a 109,000 millones de dólares.
La semana pasada, Standard and Poor’s (S&P), revisó la perspectiva de la nota crediticia soberana de México a “estable” desde “negativa”, citando políticas fiscales y monetarias más cautelosas y confirmó su calificación soberana de largo plazo en moneda extranjera de “BBB”.