Durante las fiestas decembrinas, que incluyen Navidad y Reyes, los mexicanos suelen experimentar un aumento de peso debido al consumo excesivo de alimentos ricos en calorías y grasas, así como a la disminución de la actividad física. Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), este incremento puede oscilar entre 3 y 5 kilogramos en promedio.
Otros estudios señalan que el aumento puede llegar hasta los 10 kilogramos en algunos casos.
Este incremento de peso se atribuye a varios factores, entre ellos:
- Consumo de alimentos tradicionales: Platillos como pasta, pavo, pierna adobada, con ciruela, o blanca, chilpotles, ayocotes, bacalao pan, tamales, pozole, mazapanes, galletas, buñuelos, ensalada navideña y rosca de reyes son altos en calorías y grasas.
- Bebidas alcohólicas y azucaradas: El aumento en la ingesta de estas bebidas contribuye significativamente al consumo calórico total.
- Sedentarismo: Durante las festividades, muchas personas reducen o eliminan su actividad física regular, lo que favorece el aumento de peso.
Es importante tomar medidas preventivas para evitar un aumento de peso excesivo durante estas fechas, como moderar las porciones, mantener una actividad física regular y optar por opciones más saludables en las comidas y bebidas.
¿Y ahora cómo bajo de peso?
Después de las fiestas decembrinas, los mexicanos suelen recurrir a diversas estrategias para perder el peso ganado durante el “maratón Guadalupe-Reyes”
Estas son algunas de las más comunes y efectivas:
1. Mejorar la alimentación:
- Control de porciones: Reducir las cantidades de comida consumida en cada comida.
- Incrementar el consumo de frutas y verduras: Estas aportan fibra y son bajas en calorías.
- Evitar alimentos ultraprocesados: Reducir el consumo de azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas.
2. Incrementar la actividad física:
- Ejercicio regular: Actividades como caminar, correr, nadar o hacer ejercicio en el gimnasio son opciones populares.
- Rutinas específicas: Clases grupales, entrenamiento funcional o yoga son alternativas atractivas para muchas personas.
3. Hidratación:
- Incrementar el consumo de agua ayuda a eliminar toxinas y evita confundir la sed con el hambre.
4. Dieta supervisada:
- Muchos optan por acudir con nutriólogos o especialistas para diseñar planes alimenticios personalizados.
5. Ayuda profesional:
- Centros de acondicionamiento físico y clínicas de salud ofrecen programas de pérdida de peso que combinan dieta y ejercicio.
6. Desintoxicación y ayuno intermitente:
- Algunos buscan “desintoxicarse” a través de jugos naturales o adoptan el ayuno intermitente como estrategia para reducir el consumo calórico.
El enfoque más efectivo combina hábitos saludables de manera sostenible, evitando dietas extremas o productos milagro que puedan comprometer la salud, mejor, consulta al especialista.
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