La Sierra Negra de Puebla se encuentra bajo un asedio devastador. Por cuarto día consecutivo, un incendio forestal de gran magnitud en el municipio de Coyomeapan, con epicentro en la comunidad de San Juan Cuautla, mantiene a los habitantes en una angustiante lucha contra las llamas.
Desde la mañana del domingo, los vecinos, apoyados por algunos cuerpos de auxilio, han enfrentado el avance imparable del fuego, que según sus reportes, sigue fuera de control. El denso humo que emana del siniestro es visible desde considerables distancias, alcanzando incluso los límites con Oaxaca, y pone en grave peligro la vasta biodiversidad de esta región poblana.
La lucha de la comunidad
La situación en San Juan Cuautla es desesperante. A pesar de los esfuerzos incansables de los pobladores y voluntarios, quienes se han sumado a la contención del fuego, el incendio en Coyomeapan sigue su curso. La comunidad ha extendido un clamor urgente a través de redes sociales, suplicando ayuda inmediata. Su mayor temor es que las llamas alcancen sus viviendas, destruyan sus cultivos y arrasen con los recursos naturales que son fundamentales para su subsistencia.
La preocupación de los habitantes es palpable, especialmente ante la percibida lentitud en la respuesta oficial. Aunque la Coordinación General de Protección Civil del Estado de Puebla ha sido notificada, los vecinos de San Juan Cuautla sienten que el tiempo se agota.
La mañana de ayer trajo un atisbo de esperanza con la llegada de la Brigada Oficial Coyote 7, perteneciente a la Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (SMADSOT), para unirse a las labores de combate. Sin embargo, la comunidad considera que la cantidad de brigadistas presentes es insuficiente para la magnitud del desastre, y han exhortado a vecinos de localidades cercanas a unirse a la batalla, reconociendo que todos se ven afectados directa o indirectamente.
La incertidumbre de la causa
Aunque la extensión precisa de la superficie afectada por el incendio forestal en la Sierra Negra de Puebla aún se desconoce, se teme que las hectáreas consumidas por el fuego superen las 15, dadas las características agresivas del siniestro y los antecedentes de eventos similares en la región. La Sierra Negra es un santuario de alta biodiversidad, y un incendio de esta envergadura representa un daño ambiental incalculable que podría tardar décadas en recuperarse.
Sobre las causas del incendio, los vecinos no descartan un posible origen intencional, si bien las autoridades no han emitido una confirmación oficial al respecto. En general, la mayoría de los incendios forestales son causados por actividades humanas, ya sea por negligencia (como quemas agrícolas descontroladas, fogatas mal apagadas o colillas de cigarro arrojadas) o por actos deliberados.
La temporada de estiaje, con sus altas temperaturas, sequía prolongada y fuertes vientos, actúa como un catalizador, avivando las llamas y dificultando sobremanera las labores de contención. Por ahora, la prioridad indiscutible es contener el fuego y evitar que cause más estragos en el valioso medio ambiente.
Consecuencias devastadoras
Las consecuencias de este incendio en Coyomeapan son dramáticas y de largo alcance:
- Pérdida de Biodiversidad: Miles de hectáreas de flora y fauna están siendo aniquiladas, afectando gravemente a especies endémicas y a los animales que dependen de este hábitat.
- Degradación del Suelo: El fuego altera las propiedades vitales del suelo, dejándolo vulnerable a la erosión y disminuyendo su capacidad de sustentar vida vegetal.
- Contaminación Atmosférica: La densa nube de humo no solo reduce la visibilidad, sino que libera partículas tóxicas que afectan la calidad del aire, provocando problemas respiratorios en la población.
- Impacto Socioeconómico: La amenaza directa a viviendas y cultivos pone en riesgo el sustento de las familias en San Juan Cuautla y otras comunidades.
Ante esta emergencia, la solidaridad es vital. Los brigadistas que combaten el fuego en primera línea requieren apoyo urgente con víveres, agua y bebidas hidratantes. Aquellos que deseen contribuir pueden buscar centros de acopio designados por organizaciones confiables o comunidades locales. Además, compartir información verificada sobre el incendio y las formas de ayuda a través de redes sociales puede amplificar el llamado de auxilio y movilizar más recursos.
El silencio de las autoridades
Resulta particularmente llamativo el silencio del ayuntamiento de Coyomeapan. Hasta el momento, la administración municipal, presidida por Guillermo Abasolo, no ha emitido ningún comunicado oficial sobre este incendio, a pesar de la magnitud del desastre ambiental que se está desarrollando en su propio territorio. Esta falta de comunicación agrava la incertidumbre y la percepción de abandono entre los habitantes, quienes claman por una respuesta coordinada y visible de todas las instancias de gobierno.
La situación en Coyomeapan es un recordatorio crudo de la vulnerabilidad de nuestros ecosistemas y de la necesidad de una respuesta rápida y conjunta. ¿Se está haciendo lo suficiente para proteger nuestras áreas verdes y a las comunidades que las custodian?
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