Gabriela García.
Durante la misa dominical celebrada en la Catedral de Puebla, Monseñor Francisco Javier Martínez Castillo, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, dedicó un emotivo momento de oración por el descanso eterno de tres personas que recientemente perdieron la vida en circunstancias distintas, hechos que han generado profunda consternación social en la región.
Las plegarias fueron dirigidas a Willebaldo Chavarría, comerciante originario de Tlaxcala hallado sin vida en la capital poblana; Julio Armando Torres Dolores, empresario de Tecamachalco localizado sin vida en el municipio de Acatzingo; y Jimena Santa Flores Rivera, estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) que perdió la vida en un accidente.
La ceremonia religiosa reunió a decenas de fieles que se unieron en oración, manifestando solidaridad y acompañamiento espiritual hacia las familias de las víctimas. En un ambiente de recogimiento, Monseñor Martínez Castillo ofreció palabras de consuelo, destacando la importancia de la unidad y empatía comunitaria ante el dolor de la pérdida.
“Que el amor y la fe sean consuelo en medio del sufrimiento. No dejemos solas a las familias que hoy viven el dolor de la ausencia”, expresó durante la homilía.
La Arquidiócesis de Puebla reiteró su compromiso de brindar apoyo espiritual y acompañamiento pastoral a los deudos, haciendo un llamado a la sociedad poblana a mantener viva la oración por quienes atraviesan momentos de luto y a fortalecer la esperanza cristiana como guía ante la adversidad.
Los tres casos —dos vinculados a muertes violentas y uno a un accidente— han despertado inquietud y reflexión en distintos sectores de Puebla y Tlaxcala. El hallazgo sin vida de los empresarios ha reavivado el debate sobre la seguridad en la región, mientras que el fallecimiento de la joven universitaria ha conmovido a la comunidad académica de la BUAP, que lamentó profundamente su partida.
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