El candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, se convirtió este domingo en presidente electo de Chile tras imponerse con una ventaja contundente en la segunda vuelta electoral, al obtener 58.1 % de los votos, frente al 41.8 % alcanzado por la aspirante de la centroizquierda, Jeannette Jara, militante del Partido Comunista.
De acuerdo con los datos preliminares del Servicio Electoral de Chile (Servel), con 83.4 % de las mesas escrutadas, Kast sumó más de 7.2 millones de sufragios, superando por casi dos millones de votos a su contendiente. La jornada electoral registró una participación del 85 % del padrón, una de las más altas desde el retorno a la democracia.
El abogado de 56 años, fundador del Partido Republicano y referente de la ultraderecha chilena, ganó en las 16 regiones del país, incluidas zonas tradicionalmente afines a la izquierda como Valparaíso y la Región Metropolitana, así como regiones mineras del norte y áreas agrícolas del sur. El margen de diferencia, cercano a 16 puntos porcentuales, se perfiló desde el inicio del conteo y no dio lugar a una competencia cerrada.
Transición institucional y reconocimiento del resultado
Durante el avance del escrutinio, el comando de Kast informó que Jeannette Jara lo llamó telefónicamente para felicitarlo, gesto que posteriormente ratificó de manera presencial al acudir a saludarlo por la noche. En apego a la tradición democrática chilena, el actual presidente Gabriel Boric también se comunicó con el mandatario electo para expresarle su reconocimiento y acordar una reunión este lunes en el Palacio de La Moneda, con miras al proceso de transición.
Kast asumirá la presidencia el 11 de marzo de 2026 para un mandato de cuatro años, recibiendo la banda presidencial de manos de Boric, quien fue su rival en las elecciones de 2021.
Mensaje de victoria: orden, ley y seguridad
En su primer discurso como presidente electo, ante simpatizantes reunidos en Santiago, Kast destacó el papel de su fe religiosa y aseguró que gobernará con base en principios de orden y respeto irrestricto a la ley. Señaló que su administración buscará restablecer el orden público en todas las regiones, sin excepciones ni privilegios.
Entre sus principales planteamientos, subrayó la aplicación estricta de la ley contra actos de vandalismo, la creación de un registro único de infractores y la eliminación de beneficios estatales para quienes dañen bienes públicos o cometan actos violentos. También afirmó que, en el caso de menores de edad involucrados en delitos, los padres deberán responder por los daños causados.
No obstante, el presidente electo reconoció que cumplir todas sus promesas será un desafío, particularmente en temas como la migración irregular, el combate al crimen organizado y la delincuencia, asuntos que dominaron el debate electoral, pese a que Chile mantiene una tasa de homicidios de 6 por cada 100 mil habitantes, una de las más bajas de la región.
El escenario político que enfrentará Kast
Esta será la tercera vez que Kast compite por la presidencia y la primera en que logra llegar a La Moneda, convirtiéndose en el primer dirigente abiertamente pinochetista en acceder al poder por la vía democrática. En el plebiscito de 1988, el ahora presidente electo respaldó la continuidad del general Augusto Pinochet.
Padre de nueve hijos y de fuerte perfil ultracatólico, Kast gobernará con un Congreso fragmentado. En la Cámara de Diputados, el bloque de derecha y ultraderecha suma 76 de los 155 escaños, a solo dos de la mayoría, mientras que en el Senado existe un empate con las fuerzas de izquierda, lo que anticipa negociaciones complejas para avanzar en su agenda legislativa.
Desde 2006, Chile ha vivido una alternancia constante entre gobiernos de izquierda y derecha, sin que un presidente haya entregado el poder a un sucesor del mismo signo político.
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