José Manuel Gómez
La tenista Naomi Osaka fue la encargada de encender el pebetero en el Estadio Olímpico en el último relevo del Fuego Olímpico que iluminará la ciudad de Tokio en los próximos 16 días de competencias.
Las leyendas del beisbol japonés Sadaharu Oh, Shigeo Nagashima y Hideki Matsui fueron los encargas de pasar la estafeta a los médicos Hiroko Oohash y Junko Kitawa en un mensaje de respeto a los personajes que han estado en la primera línea de defensa durante la pandemia de Covid-19 que ha azotado al mundo.
Wakako Tsuchid, atleta paralímpico, tomó el penúltimo relevo para conducir el fuego a la parte central del estadio donde se ubicaba la replica del Monte Fuji, uno de los grandes símbolos japoneses, y finalmente apareció la tenista ganadora de cuatro Grand Slam en el circuito de la WTA, Noaomi Osaka, para encender el pebetero de los Juegos Olímpicos.
Esta fue la grana para una ceremonia cargada de simbolismo y emotividad; desde el discurso del Presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, apostando por la solidaridad y la inclusión, reconociendo la capacidad de los japoneses para organizar unos juegos que tuvieron que ser pospuestos un año por la contingencia sanitaria.
Unos juegos marcados por la inclusión y el respeto a la diversidad con el desfile del equipo de refugiados, con atletas que son víctimas de los conflictos políticos y sociales en países como Siria, Ruanda y Sudán; la abandera de los Estados Unidos Sue Bird, basquetbolista y novia de la futbolista Megan Rapinoe, quien también tendrá participación en la delegación más poderosa en Juegos Olímpicos.
Japón apostó por una ceremonia minimalista, cargada de símbolos y mensajes; pero la parte tecnológica estuvo marcada por la aparición de 1 mil 824 drones que surcaron el cielo del Estadio Olímpico, formando un globo terráqueo que dio pie a la interpretación de Imagine; esa pieza musical ingeniada por John Lennon en compañía de Yoko Ono en 1971.
El Coro de Niños Suginami comenzó a entonar la letra que habla de inclusión, de vivir juntos y en paz, del respeto a la gente; Angelique Kidio continuó con el recital dando paso a Alejandro Sanz, John Legend y Keith Urban en representación de las cinco regiones, de los cinco continentes que conforman al mundo, de los Aros Olímpicos que son la bandera de la deporte.
Los japoneses cumplieron con una ceremonia inaugural cargada de sentimiento y emociones, un acto que abre el telón del espectáculo deportivo que viviremos hasta el próximo 8 de agosto.