Imágenes revelan masiva adicción a la heroína en Afganistán

El periodista Ebrahim Noroozi de la agencia AP realizó un trabajo fotográfico sobre el consumo de drogas en Afganistán bajo el régimen talibán.

Las filas de adictos crecieron tras la toma del poder de los fundamentalistas en el país que es el mayor productor mundial de opio e importante fuente de metanfetamina.

Este es parte del trabajo de  Ebrahim Noroozi:

“Cientos de hombres, drogados con heroína, opio y metanfetamina, estaban esparcidos por la ladera de la colina que domina Kabul, algunos en tiendas de campaña, otros tirados en la tierra. Los perros merodeaban porque a veces les dan drogas, y había cadáveres de perros con sobredosis entre la basura. Los hombres también se deslizan aquí, silenciosos y solos, por la línea que va del olvido y la desesperación a la muerte”.

“Hay un muerto a tu lado”, me dijo alguien mientras me abría paso entre ellos, haciendo fotos. “Antes hemos enterrado a alguien allí”, dijo otro más abajo.

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El reportaje indica que la adicción a las drogas es desde hace tiempo un problema en Afganistán, el mayor productor mundial de opio y heroína y ahora una importante fuente de metanfetamina.

Y se agrega que el creciente número de adictos se encuentra en los alrededores de Kabul, viviendo en parques y alcantarillas, bajo los puentes, en laderas abiertas.

“Los talibanes, que tomaron el poder hace casi un año, han lanzado una agresiva campaña para erradicar el cultivo de adormidera. Al mismo tiempo, han heredado la política del gobierno derrocado, respaldado por la comunidad internacional, de acorralar a los adictos y obligarlos a ir a campamentos”.

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Es el más grande de una serie de campos de tratamiento de adictos alrededor de Kabul. Allí, los adictos son afeitados y mantenidos en barracones durante 45 días. No reciben ningún tratamiento ni medicación mientras pasan por el síndrome de abstinencia.

Desde que los talibanes tomaron el poder, se ha cortado la financiación internacional de la que dependía el gobierno afgano, por lo que el campamento apenas tiene fondos suficientes para alimentar a sus pacientes internos.