Herida de abandono. Por Rocío González

Surgimiento de la herida: Entre el 1er y 3er año de vida. Carencias de muestras de afecto o del tipo de afecto deseado.

Máscara: Dependiente.

Progenitor: Sexo contrario.

Cuerpo: Largo, delgado, piernas y brazos débiles, espalda encorvada, zonas del cuerpo caídas y flácidas.

Ojos: grandes, tristes, con mirada que atrae.

Vocabulario: “Ausente, me siento muy solo, no soporto, devoro, no me sueltan, me necesitan”

Ésta herida se sitúa más en el plano del tener y del hacer.

Abandonar a alguien es apartarse de él, dejarlo, no desear más tener algo con él. Distanciarse temporal o definitivamente. Ejem: Nuevo bebé, Papás trabajadores, Hospitalizaciones, Vacaciones, Papá ausente.

Carácter:

  • – Víctima, fusionado. Cree que nunca tiene suficiente atención por lo que dramatiza mucho.
  • – Necesidad de presencia, atención, que lo halaguen y reconozcan y sobre todo, apoyo.
  • – Dificultad para hacer o decidir cualquier cosa por sí mismo; parece flojo pero, no le gusta hacer cosas sólo.
  • – Pide consejos sin seguirlos necesariamente.
  • – Voz infantil. 
  • – Dificultad para aceptar un “no”.
  • – Tristeza, llanto fácil, causa lástima; un día está alegre y otro triste. Utiliza mucho la manipulación, el enfurruñamiento y el chantaje.
  • – Se retrae físicamente de los demás. 
  • – Muy intelectual.
  • – Le gusta tener espectadores. 
  • – Busca la independencia sin quererla.
  • – Teme a la autoridad.
  • – Le gusta el sexo, afianzándose a la persona amada.

Mayor temor: Soledad.

Alimentación: Buen apetito, preferencia por alimentos blandos, come despacio. Tendencia a ser bulímico pues intenta nutrir a su madre y al vomitar, manifiesta a qué grado le hace falta.

Enfermedades: Asma (tristeza), Miopía (no quiero ver más lejos), Dependencia emocional, Lumbalgia, bronquitis, migraña, hipoglucemia, diabetes, agorafobia, adicciones, ansiedad y depresión.

“REPROCHAMOS A LOS OTROS TODO LO QUE NOS HACEMOS A NOSOTROS MISMOS, ASÍ COMO LO QUE NO DESEAMOS VER”

Aquí su colaboración :

¡Cuidado! Este contenido es como el oro: ¡no se puede duplicar!