Dos jóvenes recién graduadas acudieron con el vendedor de empanadas que durante años le fío para que ellas pudieran alimentarse y mostrarle que gracias a su ayuda pudieron terminar sus estudios.
Brenda y Natalia, decidieron agradecer a Rafael Villacop conocido como “Pilinki” por el apoyo, llevando su diploma a manera de homenaje.
Ambas estudiaban en la Institución Educativa Mariscal, en el municipio de Sampués, en Sucre, Colombia, y el vendedor de fritos le daba comida a cambio de que le pagaran después pero no dejaran la escuela.
El hecho fue compartido en redes sociales por la usuaria de Twitter Mabel Gasca, quien acompañó la historia con el mensaje ¡Todavía hay gente buena!