El príncipe Harry reveló el fin de semana que siempre se sintió “ligeramente distinto” del resto de la familia real británica y que fumar marihuana lo ayudó, durante una larga conversación con un especialista sobre traumatismos.
“Me sentía extraño” en este entorno “y sé que mi madre sentía lo mismo”, dijo Harry en referencia a la princesa Diana.
La conversación sobre el tema se produjo tras la publicación en enero de su controvertido libro de memorias “Spare”(“En la sombra, en español) en el que narra una adolescencia marcada por la droga y el alcohol y detalla el deterioro de las relaciones con su padre, el rey Carlos III, y su hermano Guillermo.
Harry, de 38 años, explicó al doctor Gabor Mate que al haber crecido en una “familia rota”, ahora intenta criar a sus hijos Archie y Lilibet de forma que no les transmita sus eventos traumáticos.
Su médico aseguró que sufrió muchos “traumatismos” , ya que al estudiar la vida del príncipe, quien perdió a su madre a los 12 años y más tarde sirvió para el ejército británico en Afganistán provocó muchos traumas en él.
Se sabe que estuvo destinado en ese país al menos en seis ocasiones y mató a 25 talibanes mientras se desempeñaba como piloto de helicóptero durante su servicio militar en Afganistán.
En su autobiografía, relata que no pensaba en esas 25 vidas como “personas”, sino como “piezas de ajedrez” de un tablero. Estas declaraciones han generado una gran indignación entre veteranos militares. El coronel retirado Tim Collins, quien dirigió un batallón en Irak en 2003, afirmó: “Harry se volvió contra la otra familia, la militar, que una vez lo abrazó, tras haber destrozado a su familia biológica
El Duque de Sussex junto al doctor Mate explicó que la cocaína “no hizo nada bueno” para él, pero que la mariguana era “diferente”.
Eso realmente me ayudó”, dijo.
La controversia provocada por la publicación de las memorias del príncipe Enrique lo ha alejado todavía más de la familia real.