La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) expuso tres modus operandi usados en la administración de Miguel Ángel Mancera en la Ciudad de México para desviar más de 2 mil millones de pesos de las arcas de la capital.
De acuerdo con el vocero de la Fiscalía, Ulises Lara, en ese delito estuvieron involucrados Miguel Ángel Vázquez Reyes, quien hoy está en prisión domiciliaria tras aceptar ayudar a la autoridad con la investigación del caso; y Julio César Serna Chávez, amigo de Mancera desde la infancia y quien lleva dos semanas preso en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte. Ambos exfuncionarios eran integrantes del equipo más cercano del hoy senador de la República.
“La primera forma de operar o modus operandi uno la encabezó en propio Miguel Ángel N (ex subsecretario de Administración de Miguel Ángel Mancera) a pesar de que el capital humano del Distrito Federal realiza por ley una función llamada de solicitud devolución del pago del ISR, un grupo de servidores públicos, coludidos posiblemente, simuló hacer esta actividad a través de la contratación de tres empresas, las cuales recibieron un pago a cambio de esta simulación “, informó el vocero de la Fiscalía, Ulises Lara.
Con ello se desviaron 986 millones de pesos aproximadamente, de los cuales supuestamente cobraron el 20 por ciento y fue pagado a ocho empresas por su colaboración en este ilícito.
Lara puntualizó que el homicidio de Martiniano Rodríguez, ocurrido en enero de este año, en la Colonia Nápoles, podría estar relacionado con este caso, ya que era representante de dos empresas.
Respecto al segundo modus operandi, Lara describe que se realizó a través del supuesto pago en efectivo de la nómina y de fondos de ahorro de los trabajadores del Gobierno de la Ciudad.
“El dinero desviado es de más de mil 100 millones de pesos, los recursos posiblemente fueron transportados en efectivo por supuestos trabajadores habilitados, pero el dinero nunca fue entregado”, dijo el vocero.
El tercer modus operandi indica que mientras fue coordinador de la Central de Abasto, Julio Serna posiblemente despojó a los dueños de las bodegas, mediante clausura o fabricación de delitos, para venderlas de manera ilegal y robar dicho dinero. Además, celebró contratos con empresas para cobro de estacionamientos aéreos, baños y otros servicios.
Derivado de estas investigaciones, la Fiscalía señala que Miguel Ángel Vázquez y Julio Serna se enriquecieron de manera ilegal y beneficiaron, a su vez, a personas cercanas y familiares.