El legendario músico británico John Michael Osbourne, mundialmente conocido como Ozzy Osbourne, ha fallecido a la edad de 76 años. La noticia fue confirmada por su familia este 22 de julio.
El vocalista de Black Sabbath, apodado el “Príncipe de las Tinieblas”, murió “rodeado de amor”, según un comunicado difundido por su esposa Sharon y sus hijos.

Un ícono del heavy metal
Ozzy Osbourne fue un pilar fundamental del heavy metal, tanto por su rol como líder de Black Sabbath como por su exitosa carrera en solitario.
Su distintiva voz, su extravagante personalidad en el escenario y sus letras con referencias al ocultismo lo convirtieron en una figura icónica.
En sus últimos años, el músico enfrentó una serie de problemas de salud, incluido el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson en 2020, lo que lo llevó a anunciar su retiro de los escenarios.
A pesar de esto, se reunió con sus compañeros originales de Black Sabbath, Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward, para una última aparición en Villa Park, Birmingham, en un emotivo concierto que, según él, sería su despedida definitiva.
De Birmingham a la fama mundial
Nacido en Birmingham en 1948, Ozzy Osbourne tuvo una vida antes de la música, trabajando como obrero y fontanero, e incluso cumpliendo una breve condena en prisión por delitos menores.
Su vida cambió al inspirarse en The Beatles, lo que lo llevó a unirse a Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward para formar Black Sabbath.
El álbum homónimo de 1970 catapultó a la banda al estrellato, y temas como “Paranoid” los consolidaron como pioneros de un nuevo género musical.
Tras dejar la banda en 1978, Ozzy forjó una exitosa carrera como solista, lanzando en 1980 el álbum Blizzard of Ozz, que incluyó éxitos como “Crazy Train” y logró reconocimiento multiplatino.

Legado y vida más allá de la música
La carrera de Ozzy Osbourne estuvo llena de altibajos, incluyendo sus luchas con adicciones y un notorio incidente en el escenario en el que mordió la cabeza de un murciélago.
Sin embargo, también demostró una gran resiliencia y creatividad. En la década de 1990, regresó a la escena musical con el festival Ozzfest, y en 1999, la reunión de Black Sabbath les valió un premio Grammy.
En 2001, su vida familiar se convirtió en un fenómeno mediático con el reality show de MTV The Osbournes, que le permitió conectar con una nueva audiencia.
La serie, que se convirtió en la más vista en la historia del canal en su primera temporada, presentó al público a sus hijos, Kelly y Jack, catapultándolos también a la fama.
La muerte de Ozzy Osbourne deja un legado indeleble en el heavy metal y la cultura popular, recordado por su singularidad y su profunda conexión con sus seguidores.
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