Fallece Leo Beenhakker, el legendario entrenador que marcó época en Real Madrid y Club América

El mundo del fútbol se viste de luto. Este jueves 10 de abril de 2025, se confirmó el fallecimiento de Leo Beenhakker a los 82 años, una noticia que ha resonado con tristeza en los corazones de aficionados y profesionales del deporte rey.

El legendario entrenador neerlandés, conocido cariñosamente como ‘Don Leo’, deja tras de sí un legado imborrable, forjado a través de décadas de éxitos, innovación táctica y una personalidad carismática que trascendió fronteras. Desde los banquillos de gigantes europeos como el Real Madrid, Ajax y Feyenoord, hasta su inolvidable paso por México al mando del Club América y Chivas, Beenhakker fue un arquitecto de sueños futbolísticos, un “pionero, un maestro del juego y una inspiración para generaciones”, como lo describió el Real Madrid en su comunicado oficial.

Muere Leo Beenhakker

Su partida deja un vacío, pero su influencia y el recuerdo de sus equipos, especialmente aquel espectacular Club América de mediados de los 90, perdurarán en la memoria colectiva del fútbol.  

¿Quién era Leo Beenhakker? Del césped al pizarrón

Hendrik Johannes Beenhakker nació en el corazón futbolero de Róterdam, Países Bajos, el 2 de agosto de 1942. Con una estatura de 1.83 metros , sus primeros pasos en el fútbol fueron como jugador, desempeñándose como extremo derecho en clubes modestos como el Xerxes de la segunda división neerlandesa.

Sin embargo, el destino tenía otros planes para él. Una grave lesión sufrida a los tempranos 19 años truncó sus aspiraciones como futbolista profesional, obligándolo a colgar las botas prematuramente.  

Lejos de alejarse del deporte que amaba, esta adversidad redirigió su camino. La misma pasión que lo impulsaba en el campo encontró una nueva vía de expresión en la dirección técnica. Beenhakker no tardó en iniciar su formación como entrenador, demostrando una resiliencia y una vocación que marcarían el resto de su vida.

Comenzó su andadura en los banquillos dirigiendo al equipo amateur SV Epe entre 1965 y 1967, para luego dar el salto como asistente técnico en el Go Ahead Eagles. Este temprano giro del destino, aunque doloroso en su momento, fue el catalizador que puso en marcha una de las carreras más extensas y exitosas en la historia de los entrenadores de fútbol.  

Un trotamundos exitoso: La vasta trayectoria de Beenhakker como entrenador

La carrera de Leo Beenhakker como director técnico fue una auténtica odisea que lo llevó por múltiples países y continentes, ganándose a pulso el apelativo de “trotamundos” del fútbol. Su hoja de servicios abarca más de cinco décadas, desde sus inicios en clubes neerlandeses de menor categoría como el Veendam (1968-72) y el Cambuur (1972-75) , hasta roles de asesor en el Sparta Rotterdam ya bien entrado el siglo XXI, retirándose formalmente alrededor de 2018.  

Su trayectoria incluye etapas formativas en las canteras de gigantes como Feyenoord y Ajax a finales de los 70 , antes de tomar las riendas del primer equipo del Ajax en su primera etapa (1979-81). Su primer gran salto internacional lo dio en España con el Real Zaragoza (1981-84), sentando las bases para su fichaje por el Real Madrid en 1986. Paralelamente, tuvo su primera experiencia como seleccionador de los Países Bajos (1985-86).  

Leo Beenhakker logros

Su época dorada llegó en el banquillo del Santiago Bernabéu (1986-89), seguida de un regreso al Ajax (1989-91) y una segunda etapa como seleccionador neerlandés, dirigiendo a la ‘Oranje’ en el Mundial de Italia 1990.

Tras un breve retorno al Real Madrid (1992) y pasos por el Grasshoppers suizo y la selección de Arabia Saudí , aterrizó en México para vivir una de sus etapas más recordadas al frente del Club América (1994-95). Su periplo continuó por Turquía (Istanbulspor), un segundo club mexicano, las Chivas de Guadalajara (1995-96), y de vuelta a Países Bajos con el Vitesse.  

Logró un regreso triunfal al Feyenoord (1997-2000), club de su ciudad natal, antes de asumir un rol diferente como director técnico en el Ajax (2000-03), donde supervisó el desarrollo de futuras estrellas. Volvió a cruzar el Atlántico para una segunda etapa con el Club América (2003-04). Sus últimos grandes éxitos como entrenador llegaron al mando de selecciones: hizo historia con Trinidad y Tobago (2005-06) y Polonia (2006-09). Sus años finales estuvieron ligados a roles directivos y de asesoría en Feyenoord, Újpest (Hungría), la federación trinitense y el Sparta Rotterdam.  

Esta constante movilidad entre clubes, países y roles (entrenador, director técnico, asesor, seleccionador) sugiere no solo una gran adaptabilidad, sino también una inquietud constante por nuevos desafíos. Su carrera no fue una larga permanencia en un solo lugar, sino una sucesión de capítulos distintos, reflejo de su ambición y de la propia naturaleza volátil del fútbol de élite.

Su disposición a trabajar en diferentes niveles, desde la formación de jóvenes hasta la dirección deportiva , revela un interés profundo por el fútbol en todas sus dimensiones, más allá de los resultados inmediatos del primer equipo, consolidando la imagen de Quien era Leo Beenhakker: un hombre de fútbol total.  

Resumen de la carrera directiva de Leo Beenhakker

Club/SelecciónPaísRolPeriodo (Desde – Hasta)
SV EpePaíses BajosEntrenador01/07/1965 – 30/06/1967
Go Ahead EaglesPaíses BajosAsistente01/07/1967 – 30/06/1968
BV VeendamPaíses BajosEntrenador01/07/1968 – 30/06/1972
SC CambuurPaíses BajosEntrenador01/07/1972 – 31/03/1975
Go Ahead EaglesPaíses BajosEntrenador01/07/1975 – 31/03/1976
Feyenoord (Cantera)Países BajosDirector Cantera01/07/1975 – 30/06/1977
Ajax (Cantera)Países BajosDirector Cantera01/07/1977 – 30/06/1979
AjaxPaíses BajosEntrenador01/07/1979 – 10/03/1981
Real ZaragozaEspañaEntrenador17/03/1981 – 30/06/1984
FC VolendamPaíses BajosEntrenador01/07/1984 – 30/06/1985
Países BajosPaíses BajosSeleccionador27/02/1985 – 20/11/1985
Real MadridEspañaEntrenador01/07/1986 – 30/06/1989
AjaxPaíses BajosEntrenador01/07/1989 – 28/09/1991
Países BajosPaíses BajosSeleccionador30/05/1990 – 24/06/1990
Real MadridEspañaEntrenador01/02/1992 – 30/06/1992
Grasshopper Club ZurichSuizaEntrenador27/08/1992 – 30/06/1993
Arabia SaudíArabia SaudíSeleccionador01/12/1993 – 10/02/1994
Club AméricaMéxicoEntrenador01/07/1994 – 06/04/1995
IstanbulsporTurquíaEntrenador13/06/1995 – 18/10/1995
Chivas GuadalajaraMéxicoEntrenador04/11/1995 – 30/06/1996
Vitesse ArnhemPaíses BajosEntrenador01/07/1996 – 11/01/1997
FeyenoordPaíses BajosEntrenador28/10/1997 – 10/04/2000
AjaxPaíses BajosDirector Técnico01/09/2000 – 30/06/2003
Club AméricaMéxicoEntrenador01/07/2003 – 30/06/2004
De GraafschapPaíses BajosAsesor Técnico2004 – 2005
Trinidad y TobagoTrinidad y TobagoSeleccionador30/03/2005 – 11/07/2006
PoloniaPoloniaSeleccionador11/07/2006 – 10/09/2009
FeyenoordPaíses BajosEntrenador (Interino)05/05/2007 – 30/06/2007
FeyenoordPaíses BajosDirector Técnico09/10/2009 – 24/01/2011
Újpest FCHungríaDirector Deportivo29/07/2011 – 01/11/2011
Trinidad y TobagoTrinidad y TobagoDirector de Fútbol18/06/2013 – 17/12/2013
Sparta RotterdamPaíses BajosDirector Deportivo17/12/2013 – 30/06/2015
Sparta RotterdamPaíses BajosAsesor de Dirección01/01/2018 – 30/06/2018

Logros de Leo Beenhakker: Títulos y hazañas internacionales

La extensa carrera de ‘Don Leo’ no solo fue prolífica en cuanto a equipos dirigidos, sino también en cuanto a éxitos cosechados. Su palmarés es testimonio de su capacidad para construir equipos campeones y alcanzar metas históricas.

Su etapa más laureada a nivel de clubes fue, sin duda, al frente del Real Madrid. Entre 1986 y 1989, dirigiendo a la legendaria ‘Quinta del Buitre’, conquistó tres títulos de La Liga de forma consecutiva (1986-87, 1987-88, 1988-89), un hito que marcó una era en el fútbol español. A estos campeonatos ligueros sumó una Copa del Rey (1988-89) y dos Supercopas de España (1988, 1989), acumulando un total de seis trofeos con el conjunto blanco en su primera etapa.  

En su país natal, Países Bajos, también dejó una huella imborrable. Con el Ajax de Ámsterdam, club donde también trabajó en la cantera y como director técnico, levantó dos títulos de la Eredivisie como entrenador (1979-80 y 1989-90). Además, como director técnico, fue parte del equipo que logró el doblete de Liga y Copa KNVB en la temporada 2001-02. Con el Feyenoord, el club de su ciudad, cumplió el sueño de llevarlo al campeonato de la Eredivisie en la temporada 1998-99, un logro especialmente significativo para él. A este título añadió la Johan Cruyff Schaal (Supercopa de Países Bajos) en 1999.  

Más allá de los títulos con clubes de élite, Beenhakker demostró una habilidad especial para llevar a selecciones modestas a cotas nunca antes alcanzadas. Dirigió a los Países Bajos en el Mundial de Italia 1990, alcanzando los octavos de final.

Pero sus hazañas más notables fueron con Trinidad y Tobago y Polonia. A los ‘Soca Warriors’ los clasificó para el primer Mundial de su historia, Alemania 2006, donde consiguieron un meritorio empate sin goles ante Suecia. Este logro le valió la Medalla Chaconia de Oro, la segunda condecoración civil más alta del país.

Posteriormente, guió a Polonia a su primera clasificación para una Eurocopa, la de 2008, celebrada en Austria y Suiza. Por este hito, recibió la Cruz de Oficial de la Orden Polonia Restituta. Estos éxitos con selecciones no tradicionales evidencian su capacidad para maximizar recursos, inculcar mentalidad ganadora y adaptar su táctica a diferentes contextos, demostrando que sus Logros de Leo Beenhakker iban más allá de dirigir a los favoritos.  

Palmarés Destacado de Leo Beenhakker

Título / LogroEquipo / SelecciónAño(s) / Temporada(s)
La Liga (Campeón de España)Real Madrid1986-87, 1987-88, 1988-89
Copa del Rey (Campeón)Real Madrid1988-89
Supercopa de España (Campeón)Real Madrid1988, 1989
Eredivisie (Campeón de Países Bajos)Ajax Amsterdam1979-80, 1989-90
Eredivisie (Campeón de Países Bajos)Feyenoord Rotterdam1998-99
Johan Cruyff Schaal (Supercopa PB)Feyenoord Rotterdam1999
Clasificación Copa del Mundo (1ª vez)Trinidad y Tobago2006
Clasificación Eurocopa (1ª vez)Polonia2008
Participación Copa del MundoPaíses Bajos1990
Doblete Liga/Copa (Dir. Técnico)Ajax Amsterdam2001-02
Leo Beenhakker y el Club América: El vuelo inolvidable de las ‘Águilas Negras’ (1994-95)

Si hay una etapa que define la conexión especial de Leo Beenhakker con el fútbol mexicano, esa es, sin duda, su primera aventura al mando del Club América en la temporada 1994-95.

Contratado tras el Mundial de Estados Unidos por el entonces presidente Emilio Diez Barroso , Beenhakker llegó a Coapa con la misión de devolverle el protagonismo a un equipo que llevaba cinco años sin ganar la liga. Lo que construyó en apenas unos meses superó todas las expectativas, creando un equipo que, si bien no levantó el trofeo, quedó grabado a fuego en la memoria de la afición como uno de los más espectaculares de la historia.  

Leo Beenhakker America

El impacto fue inmediato y revolucionario. Beenhakker implementó un estilo de juego vertiginoso, ofensivo y tremendamente vistoso, fiel a sus raíces en el ‘Fútbol Total’ neerlandés. El equipo se lanzó al ataque sin complejos, priorizando marcar goles sobre cualquier otra consideración.

Esta filosofía se tradujo en un torrente de goles (llegaron a promediar más de 3 por partido y marcaron 78 tantos en 31 jornadas antes de su cese ) y en partidos memorables que cautivaron no solo a los seguidores americanistas, sino a todo el fútbol mexicano.  

Parte fundamental de este éxito fue la acertada elección de refuerzos. Beenhakker trajo consigo a dos jugadores africanos que se convertirían en íconos: el delantero camerunés François Omam-Biyik y el mediocampista zambiano Kalusha Bwalya.

Junto a ellos, figuras consagradas como Luis Roberto Alves ‘Zague’, el talentoso mediocampista Joaquín del Olmo, y un jovencísimo Cuauhtémoc Blanco que empezaba a despuntar, conformaron la columna vertebral de un equipo letal. La prensa rápidamente los bautizó como las ‘Águilas Negras’ o las ‘Abejas Africanas’, apodos que reflejaban su poderío y origen exótico.

La capacidad de Beenhakker para integrar tan rápidamente a estrellas extranjeras, inicialmente desconocidas en México , con la base nacional y promover a jóvenes talentos como Blanco, fue clave para la química y el éxito del equipo, demostrando sus excepcionales dotes de gestión humana y comunicación táctica.  

Omam-Biyik se erigió como un depredador del área, anotando 33 goles en la liga y estableciendo un récord de 11 partidos consecutivos marcando. Kalusha, por su parte, aportaba clase, visión de juego y goles espectaculares desde la medular, superando además la tragedia personal de haber perdido a gran parte de sus compañeros de selección en un accidente aéreo. Zague continuó su idilio con el gol, especialmente en los Clásicos, mientras Del Olmo manejaba los hilos en el mediocampo y Blanco ofrecía destellos de la genialidad que lo caracterizaría.  

Los partidos de aquel América eran sinónimo de espectáculo. Goleadas escandalosas como el 7-3 a Morelia (tras ir perdiendo 0-2) , el 8-1 a Correcaminos o el 8-2 a TM Gallos Blancos se sucedían. Pero el clímax llegó en noviembre de 1994, en el Clásico Nacional disputado en el Estadio Jalisco contra las Chivas. En un partido vibrante y lleno de volteretas, América se impuso por 4-3 con goles de Kalusha, Biyik, Zague y el definitivo de Cuauhtémoc Blanco, en una remontada épica que simbolizó el espíritu indomable de aquel equipo.  

Sin embargo, la historia de este equipo de ensueño tuvo un final abrupto y amargo. En abril de 1995, a pocas jornadas del final de la fase regular y con el equipo peleando el liderato (terminaron segundos con 51 puntos, a uno de Chivas ), Leo Beenhakker fue despedido de manera sorpresiva e inexplicable para muchos.

La razón detrás de esta decisión, revelada posteriormente por el propio Beenhakker y jugadores como Biyik, fue un conflicto con la directiva. El presidente Diez Barroso exigió al técnico neerlandés que no alineara a Joaquín del Olmo debido a una disputa contractual o económica. Fiel a sus principios y negándose a romper la armonía del vestuario (“yo no iba a romper a mi equipo”), Beenhakker desobedeció la orden y fue cesado fulminantemente.  

Este episodio, un claro ejemplo de cómo las decisiones de pantalón largo pueden dinamitar proyectos deportivos exitosos, tuvo consecuencias devastadoras. El equipo, dirigido interinamente por Mirko Jozic, perdió el rumbo anímico y fue eliminado en las semifinales de la Liguilla por Cruz Azul. Así, el que para muchos era el virtual campeón, se quedó sin corona. La temporada 1994-95 del Club América se convirtió en una leyenda agridulce: la del equipo más espectacular que no ganó nada, pero que enamoró a una generación y dejó una huella imborrable gracias a la visión de Leo Beenhakker.

La fragilidad del éxito futbolístico quedó expuesta, demostrando cómo factores extradeportivos pueden truncar destinos que parecían escritos en el césped.  

Segunda etapa en América, paso por Chivas y últimos años

Tras la inolvidable pero inconclusa etapa de 1994-95, Leo Beenhakker regresó a Coapa para una segunda aventura con el Club América en la temporada 2003-04. Este retorno generó expectación, pero no logró replicar la magia ni los resultados de su primer ciclo.

Aunque contó con jugadores de la talla de un Cuauhtémoc Blanco ya consagrado, un joven Guillermo Ochoa en la portería, y figuras como Pavel Pardo, Germán Villa, Reinaldo Navia y Sebastián Abreu , el equipo no alcanzó las cotas de brillantez de antaño y no consiguió títulos.

La relación con Blanco seguía siendo peculiar, con anécdotas como la del desodorante regalado por el ‘Cuau‘ como broma. Este segundo paso, menos exitoso, subraya cómo la fórmula del éxito no es fácilmente repetible, dependiendo de múltiples factores más allá del entrenador y un jugador estrella.  

Curiosamente, entre sus dos etapas en América, Beenhakker dirigió al archirrival, las Chivas de Guadalajara, durante la temporada 1995-96. Su paso por el Rebaño Sagrado fue breve y sin grandes logros, pero dejó alguna anécdota significativa, como la charla motivacional en el medio tiempo de un Clásico contra América en 1996 que inspiró una remontada de 0-2 a 3-2 a favor de Chivas.

Haber dirigido a los dos equipos más grandes y antagónicos de México es un hecho singular en la carrera de Beenhakker, que habla de su reputación profesional capaz de trascender incluso la rivalidad más enconada del país.  

Después de su segunda etapa en México, Beenhakker continuó su carrera internacional, logrando éxitos notables con las selecciones de Trinidad y Tobago (clasificación histórica al Mundial 2006) y Polonia (clasificación histórica a la Euro 2008). Sus últimos años profesionales los dedicó a roles de dirección técnica y asesoría en Países Bajos, principalmente ligados al Feyenoord y al Sparta Rotterdam, club donde finalmente se retiró de la actividad futbolística alrededor de 2018.  

‘Don Leo’: Carisma, anécdotas y filosofía

Más allá de los resultados y los títulos, Leo Beenhakker era una figura que irradiaba carisma y personalidad. Su apodo, ‘Don Leo’, ganado durante su exitosa etapa en España, encapsulaba la autoridad, el respeto y la elegancia que proyectaba. Era conocido por su afición a los puros y su agudo sentido del humor, a menudo seco e irónico.  

Su larga trayectoria está salpicada de anécdotas que revelan diferentes facetas de su carácter. Una de las más famosas ocurrió en 1980, cuando dirigía al Ajax. Durante un partido contra el Twente, un frustrado Johan Cruijff bajó de la grada para darle instrucciones en el banquillo, sugiriendo un cambio.

Beenhakker recordaría el incidente años después con humor, señalando que, aunque no fue la mejor jugada de Cruijff, no afectó su relación, especialmente porque el jugador que entró (Tscheu-la Ling) fue decisivo en la remontada del Ajax.  

En su segunda etapa en el Ajax, acuñó el término ‘De Patatgeneratie’ (La Generación de la Comida Rápida) para describir a un grupo de jóvenes talentosos pero relajados, como los gemelos De Boer o Richard Witschge, mostrando su ingenio observacional.

Jugadores de esa época lo describieron como una persona cercana, interesada en el lado humano del futbolista, y un gran motivador. Su etapa como director técnico del Ajax también dejó historias memorables, como su trato directo y sin rodeos con un joven Zlatan Ibrahimović, a quien el sueco apodaba “Scarface” y respetaba profundamente , o la juguetona apuesta con el capitán Cristian Chivu sobre una foto del Feyenoord en su despacho.

Estos episodios pintan a un técnico autoritario cuando era necesario, pero también humano, ingenioso y capaz de conectar con sus jugadores a diferentes niveles, una habilidad clave para triunfar en entornos culturales tan diversos.  

Filosóficamente, Beenhakker era un discípulo confeso del ‘Fútbol Total’ de Rinus Michels. Creía firmemente en un fútbol ofensivo y atractivo para el espectador , como demostró sobradamente con el Club América de 1994-95. Sin embargo, su aplicación de esta filosofía no era dogmática. Supo adaptarla a las circunstancias, priorizando la organización y la solidez defensiva cuando fue necesario para alcanzar objetivos históricos con selecciones como Trinidad y Tobago o Polonia. Valoraba el trabajo en equipo por encima de las individualidades y ponía énfasis en la preparación mental y el desarrollo de los jóvenes.  

Un legado imborrable: Reacciones y homenajes

El fallecimiento de Leo Beenhakker ha provocado una oleada de reacciones y homenajes que subrayan la magnitud de su figura en el fútbol mundial. Su legado no se mide solo en los numerosos títulos que conquistó (Logros de Leo Beenhakker), sino en la profunda influencia que ejerció a través de su estilo de juego, su capacidad para transformar equipos y su carismática personalidad.  

Instituciones de la talla del Real Madrid y el Ajax, donde vivió algunas de sus etapas más exitosas, expresaron públicamente su pesar. El club blanco lo recordó como un “histórico entrenador” y un “pionero” que fue una “inspiración para generaciones”. El Ajax manifestó su “gran dolor y consternación”, destacando sus títulos de liga y calificándolo como “uno de los entrenadores neerlandeses más coloridos y exitosos de la historia”. Estas reacciones enfatizan que Beenhakker dejó huella no solo por ganar, sino por cómo ganaba y por su impacto general en el juego.

https://twitter.com/realmadrid/status/1910392699531792441

Su contribución al fútbol fue reconocida en vida con diversas distinciones. La Real Federación Neerlandesa de Fútbol (KNVB) lo nombró “Bondsridder” (Caballero de la Federación) en su 75 cumpleaños. Además, recibió honores nacionales en Trinidad y Tobago (Medalla Chaconia de Oro) y Polonia (Orden Polonia Restituta y premios futbolísticos) por sus logros sin precedentes con sus selecciones nacionales. Estos reconocimientos, especialmente los de países fuera de la élite tradicional europea, consolidan su estatus como una figura verdaderamente global y demuestran el profundo agradecimiento por haber llevado a esas naciones a la cima del fútbol internacional.  

https://twitter.com/KNVB/status/1910404159439860132

El recuerdo eterno de Leo Beenhakker

La vida de Leo Beenhakker fue un viaje extraordinario a través del fútbol. Desde aquel joven jugador cuya carrera se vio truncada por una lesión, hasta convertirse en ‘Don Leo’, el respetado y exitoso entrenador trotamundos, su trayectoria es una historia de pasión, resiliencia y dedicación al deporte rey. Quien era Leo Beenhakker era mucho más que un estratega; era un personaje carismático, un innovador táctico y un constructor de equipos memorables.

Sus Logros de Leo Beenhakker son impresionantes: múltiples campeonatos de liga en España y Países Bajos con clubes de la élite mundial, y clasificaciones históricas para Copas del Mundo y Eurocopas con selecciones que nunca antes habían alcanzado esas cotas.

Sin embargo, para los aficionados mexicanos, y en especial para los seguidores del Club América, su nombre estará eternamente ligado a la temporada 1994-95. Aquellas ‘Águilas Negras’ que desplegaron un fútbol ofensivo, espectacular y goleador, se convirtieron en un equipo de leyenda, un “campeón sin corona” que demostró que la belleza del juego puede dejar un legado tan perdurable como los propios títulos.

El fallecimiento de Leo Beenhakker cierra un capítulo importante en la historia del fútbol. Se va un maestro que entendió el juego como pocos, que supo adaptarlo a diferentes culturas y contextos, y que regaló momentos inolvidables a millones de aficionados. Su influencia perdurará en las tácticas, en los recuerdos y en la inspiración que dejó en todos aquellos que tuvieron la fortuna de verlo trabajar o disfrutar de sus equipos.

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