Jessica Hanna, madre católica de cuatro hijos, fue diagnosticada con cáncer de mama terminal, cuando tenía 14 semanas de embarazo, y decidió rechazar los tratamientos para no dañar a su bebé, sin embargo, el fin de semana perdió la vida.
El esposo de Hanna publicó en su Instagram la lamentable noticia: “A las 8:02 p.m. del sábado 6 de abril, mi hermosa novia Jessica fue pacíficamente hacia su recompensa eterna”, escribió Lamar Hanna. “Recibió la extremaunción y el perdón apostólico del P, Cabib Sharpe [el] jueves. El sábado estaba muy tranquila y, rodeada de su querida familia, exhaló su último suspiro. El cáncer era demasiado agresivo. Sufrió con alegría y sin miedo en sus últimos días. Por favor, mantengan a nuestra familia en sus oraciones”.
A Jessica le detectaron un bulto en su pecho, pero que los médicos le dijeron que solo era un tumor benigno. Dos semanas después, supo que estaba embarazada, y fue en su primera cita de obstetricia y ginecología donde le diagnosticaron con cáncer de mama.
Hanna logró a luz, sus escáneres salieron claros, sin signos de que su cáncer se hubiera extendido a otros órganos o ganglios linfáticos. Sin embargo, en 2022, el cáncer regresó, esta vez en etapa 4.
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