Una tensa jornada se vivió recientemente en el municipio de Coronango, Puebla, donde una diligencia policial en curso se vio abruptamente interrumpida por la explosión de presuntas granadas. El incidente ocurrió en un punto ubicado entre las localidades de San Martín Zoquiapan y San Antonio Mihuacán, un área que ya había sido escenario del hallazgo de un vehículo con cuerpos en su interior, lo que había motivado la presencia de las autoridades.
#Noti13 💣 Mientras se llevaban a cabo las indagatorias, en la zona estallaron dos presuntas granadas. El momento quedó captado por la cámara de Canal 13 Puebla. 📹@victor_or3 pic.twitter.com/qlWo3j5X3k
— Canal 13 Puebla (@Canal13Puebla) June 30, 2025
Detonación sorpresiva: Una agente lesionada y el riesgo latente
La situación comenzó cuando elementos de la policía respondieron a un llamado de emergencia que alertaba sobre la presencia de un automóvil Huyndai rojo con cuerpos en su interior. Ante la gravedad del reporte, los agentes de seguridad se desplazaron al lugar para iniciar las primeras indagatorias y asegurar la escena.
Siguiendo los protocolos de seguridad y preservación de pruebas, se procedió a acordonar la zona, estableciendo un perímetro para proteger tanto a los investigadores como la evidencia crucial para el esclarecimiento de los hechos. Sin embargo, lo que se esperaba fuera una diligencia de rutina en el procesamiento de una escena del crimen, tomó un giro inesperado y peligroso.
Mientras las autoridades se encontraban realizando las primeras acciones de aseguramiento y evaluación del sitio, la calma se rompió por la repentina detonación de dos granadas. La explosión de estos artefactos se produjo de manera sorpresiva, poniendo en riesgo la integridad física de los presentes.

Trágicamente, como resultado directo de la detonación, una agente de la policía municipal resultó lesionada, aunque sin gravedad. “Hubo una explosión, la compañera Policía Municipal está lesionada, pero no es de gravedad, tiene una esquirla”, dijo el Vicealmirante Francisco Sánchez en conferencia de prensa. Este hecho resalta el peligro constante al que se enfrentan las fuerzas del orden al responder a incidentes complejos, donde la presencia de explosivos o trampas puede convertir una investigación en una situación de alto riesgo.
Imágenes difundidas por medios de comunicación local captaron el momento crítico de la explosión. Dichas imágenes mostraron que, en el instante de la detonación, había al menos seis personas dentro del perímetro de seguridad: cuatro civiles y dos policías. La presencia de civiles en la zona acordonada, aunque no se especifica su rol, plantea interrogantes sobre la gestión del perímetro y la necesidad de extremar precauciones.
La lesión de la uniformada es un recordatorio vívido de la volatilidad y la imprevisibilidad que pueden caracterizar este tipo de escenarios, especialmente cuando hay elementos explosivos de por medio. La integridad de quienes investigan es primordial y eventos como este ponen de manifiesto la necesidad de capacitación constante y equipos especializados para manejar situaciones con riesgo de explosivos.

Investigación en marcha: Buscando respuestas sobre la explosión
Tras la explosión y la atención a la oficial herida, se montó de inmediato un operativo especial en el lugar para investigar el origen y las circunstancias exactas de la detonación de las granadas. La prioridad fue asegurar que no existieran más riesgos para el personal presente y para la población circundante. Expertos en explosivos y personal especializado en investigación de este tipo de incidentes fueron desplegados para analizar la escena.
La presencia de artefactos explosivos en un sitio relacionado con un posible homicidio sugiere un nivel de violencia y organización criminal que exige una respuesta contundente por parte de las autoridades. La investigación buscará determinar si las granadas fueron colocadas intencionalmente como una trampa dirigida a las autoridades, o si formaban parte de algún armamento que se encontraba en el vehículo o en las inmediaciones.
Asimismo, se indagará sobre la procedencia de los artefactos explosivos y su relación con el hallazgo inicial del automóvil con cuerpos. Este tipo de incidentes, donde se utilizan explosivos, es poco común en el contexto de diligencias forenses regulares y eleva el nivel de preocupación en la región respecto a la actividad de grupos delictivos. Las autoridades están recopilando toda la evidencia disponible para esclarecer este grave suceso y llevar a los responsables ante la justicia.
Contexto de seguridad: Desafíos en la región de Coronango
Este suceso en Coronango se inscribe en un contexto de desafíos de seguridad en diversas partes del estado de Puebla y sus municipios circundantes. La presencia de cuerpos en un vehículo, seguida por la detonación de explosivos, indica la posible operación de grupos criminales con capacidad para utilizar armamento de alto poder y tácticas peligrosas. La policía local y las corporaciones estatales y federales trabajan de manera conjunta para hacer frente a esta realidad.
La protección de los agentes de la ley y la garantía de un entorno seguro para las investigaciones son aspectos cruciales que se refuerzan tras incidentes como el de Coronango. La respuesta rápida de las autoridades, aunque con la lamentable lesión de una oficial, subraya la resiliencia y el compromiso de los cuerpos de seguridad.
Sin embargo, también destaca la necesidad de dotar a los elementos con el equipo y la capacitación necesarios para enfrentar escenarios de extrema peligrosidad, incluyendo la detección y manejo de explosivos. La sociedad espera que esta investigación arroje luz sobre los hechos y permita desarticular cualquier red criminal que opere con tales niveles de violencia en la región.
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