La imagen original de la Virgen de Guadalupe, que apareció milagrosamente en la tilma de San Juan Diego en 1531, se encuentra en su santuario en Ciudad de México. Sin embargo, pocos saben que un pequeño fragmento ha estado fuera del país durante 82 años.
Este pedacito, un corte de media pulgada del manto, reposa en una capilla especial dentro de la Catedral de Los Ángeles, en Estados Unidos.
La dedicación de esta capilla tuvo lugar en 2012 bajo la guía del actual Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez.
El fragmento de la tilma está resguardado en un delicado relicario de oro, incrustado en el corazón de una escultura de San Juan Diego.
San Juan Diego fue canonizado en julio de 2002 por San Juan Pablo II.
En 1941, la reliquia fue generosamente obsequiada por el entonces Arzobispo de México, Mons. Luis María Martínez y Rodríguez, a su homólogo de la Arquidiócesis de Los Ángeles, Mons. John Joseph Cantwell.
Este regalo especial tuvo lugar después de que Mons. Cantwell liderara una destacada peregrinación a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
Mons. Cantwell ayudó mucho a los católicos mexicanos durante la guerra cristera y la persecución religiosa a manos del Gobierno de México, durante las primeras décadas del siglo XX, llegando a acoger en su arquidiócesis a sacerdotes que escapaban del país para sobrevivir.
La Arquidiócesis de Los Ángeles, bajo su dirección, proporcionó refugio a sacerdotes que escapaban de la difícil situación en México.