Una niña de 11 años con problemas de epilepsia y salud mental resultó con quemaduras graves tras ser rociada con alcohol y recibir descargas eléctricas en un albergue de Tonalá, Jalisco
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), dio aviso al Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que intervenga en el caso.
La directora de Quejas de la CEDHJ, Érika Córdova, explicó que según lo narrado por la madre de la menor, personal del albergue privado ubicado en la colonia Santa Paula, roció con alcohol a la niña para tratar de controlarla durante una crisis y después le aplicaron una descarga eléctrica con una máquina
“Esas chispas fueron las que provocaron el daño de quemaduras, estamos hablando de tortura, indudablemente”, refirió.
La niña sufrió quemaduras de segundo grado en 13 por ciento de su cuerpo y se presentan en su tórax del lado izquierdo, brazo izquierdo y abdomen.
La madre de la niña 11 años, también señala que el albergue de Tonalá ha mentido sobre las quemaduras, pues comenta que lo quisieron hacer ver como un accidente.
Esto porque la mujer señala que su hija los acusó frente a ella, ya que expresó que le echaron alcohol y le dieron descargas eléctricas con un taser. Según subrayó la niña, las descargas eléctricas fueron dadas en su cuello.
Cabe señalar que fue ese mismo 23 de julio, cuando la niña de 11 años entró a cirugía plástica en el Centro Médico y será el jueves 28 de julio cuando tenga su siguiente intervención en donde le efectuarán injertos de piel.
Córdova señaló que no se sabe hasta ahora si el albergue cuenta con los permisos necesarios para operar, pero el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura tiene facultades para ingresar de manera inmediata al sitio por tratarse de una Asociación Civil.