El telescopio espacial europeo Euclid despegó este sábado para intentar arrojar luz sobre dos de los mayores enigmas científicos, la materia y energía oscura, que componen el 95% del Universo.
El satélite despegó de Cabo Cañaveral, Florida, acoplado a un cohete Falcon 9 de la compañía estadounidense SpaceX.
Poco después, una vez separado del cohete, emitió su primera señal, tal como estaba previsto.
El telescopio de dos toneladas, que se situará a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, tiene como objetivo comprender mejor la materia oscura, que mantiene unidas a las galaxias, y la energía oscura, responsable de la expansión del universo.