En el marco de la conferencia del Gabinete de Seguridad del Gobierno del Estado de Oaxaca, el Fiscal General, Bernardo Rodríguez Alamilla, reveló detalles cruciales sobre el caso de cinco personas originarias de Tlaxcala, quienes fueron reportadas como desaparecidas y posteriormente localizadas sin vida en el estado de Puebla. Según las investigaciones, este trágico suceso podría estar relacionado con un ajuste de cuentas entre células delictivas, convirtiéndose en la principal línea de investigación.
Contexto del caso
El Fiscal Rodríguez Alamilla explicó que las víctimas, cuyas identidades han sido parcialmente reveladas, fueron reportadas como desaparecidas a finales de febrero de 2025. Entre ellas se encuentran J. A. L. P. G. (mujer), vista por última vez el 27 de febrero en Santa María Huatulco, y B.M.S.M. (mujer), R. E. G. L. (hombre) y N. Y. L. M. (mujer), quienes fueron vistos por última vez el 28 de febrero en la playa de Zipolite, en San Pedro Pochutla. Además, otras tres personas identificadas como A. M. C., G. G. C. V. y L.E.S.V. fueron reportadas a la Comisión Estatal de Búsqueda.
De las siete personas reportadas como desaparecidas, B.M.S.M. fue encontrada con vida en Puebla, mientras que L.E.S.V. fue localizado en Santa Cruz Huatulco, donde había sido detenido por su posible vinculación con un hecho delictivo. Sin embargo, las otras cinco víctimas fueron halladas sin vida el 2 de marzo de 2025, dentro de un automóvil abandonado en un paraje cercano a la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, en el municipio de San José Miahuatlán, Puebla.
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Ajuste de cuentas entre grupos criminales
El Fiscal Rodríguez Alamilla destacó que una de las principales líneas de investigación apunta hacia un posible ajuste de cuentas entre grupos criminales, uno originario de Tlaxcala y otro de la región de la Costa de Oaxaca. Según las indagatorias, las víctimas habrían llegado a la región costera de Oaxaca con semanas de anticipación a su desaparición, con el objetivo de cometer una serie de ilícitos, como robos a cuentahabientes, cajeros automáticos y centros comerciales.
Durante las entrevistas ministeriales realizadas a L.E.S.V., se reveló que este grupo de personas había sido invitado a Oaxaca por un individuo identificado como J.A.L.C., alias “El Jocha”, quien les proporcionaba alojamiento y les indicaba posibles víctimas o lugares para llevar a cabo sus actividades delictivas. Este hecho sugiere una conexión directa entre las víctimas y una red criminal operativa en la región.
Colaboración interinstitucional
El Fiscal General de Oaxaca subrayó la importancia de la colaboración interinstitucional en este caso. Se mantiene una estrecha coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Policía Estatal, así como con las fiscalías generales de Tlaxcala y Puebla. Este esfuerzo conjunto refleja el compromiso del Gobierno Federal y Estatal para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad en la región costera de Oaxaca.
Además, se han llevado a cabo una serie de actos de investigación en el lugar de los hechos, incluyendo la intervención de las instalaciones de la policía municipal de Santa Cruz Huatulco para verificar posibles vínculos con el crimen organizado. También se han revisado bitácoras de diferentes autoridades y se logró desarticular una red de 40 cámaras de vigilancia ilegal instaladas en diversas calles de Santa Cruz Huatulco.
Reconstrucción de los hechos
Las investigaciones han permitido reconstruir las rutas que probablemente siguieron las víctimas antes de su desaparición. Se han recuperado vehículos y se están analizando las armas y cartuchos utilizados en el crimen para determinar si están relacionados con las lesiones que presentaban las víctimas. Estos hallazgos son cruciales para establecer los nexos entre los grupos criminales involucrados y las autoridades locales.
Compromiso con la justicia y la seguridad
El Fiscal Bernardo Rodríguez Alamilla reiteró el compromiso de la Fiscalía de Oaxaca con la investigación de delitos que impactan directamente en el tejido social de la entidad. “Estamos trabajando de manera coordinada con las fuerzas federales y estatales para garantizar la seguridad y el pleno acceso a la justicia de las víctimas”, afirmó.
Este caso no solo pone en evidencia la complejidad de la lucha contra el crimen organizado en México, sino también la importancia de la colaboración interinstitucional para enfrentar estos desafíos. La Fiscalía de Oaxaca continúa trabajando incansablemente para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia, con el objetivo de restaurar la paz y la seguridad en la región.
El ajuste de cuentas entre grupos criminales se perfila como la principal línea de investigación en el caso de las personas desaparecidas originarias de Tlaxcala. Con el apoyo de diversas instituciones y la aplicación de técnicas avanzadas de inteligencia criminal, las autoridades buscan no solo resolver este caso, sino también prevenir futuros actos de violencia en la región. La transparencia y el compromiso mostrados por el Fiscal Bernardo Rodríguez Alamilla son un paso importante hacia la justicia y la seguridad en Oaxaca.
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