La Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla ha logrado una sentencia condenatoria de 42 años y 6 meses de prisión contra Gabriel “N”, alias “El Tacuaro”, por su responsabilidad en el homicidio de un joven ocurrido en el municipio de Acatzingo en marzo de 2021. Además de la pena privativa de libertad, “El Tacuaro” deberá afrontar el pago de una considerable cantidad por concepto de indemnización y gastos funerarios para la familia de la víctima.

El homicidio en Acatzingo: Un ataque brutal en plena colecta
Los hechos por los que Gabriel “N” fue sentenciado ocurrieron el 24 de marzo de 2021 en Acatzingo, Puebla. La víctima, un joven, se encontraba realizando una colecta de dinero para la mayordomía de su comunidad, una actividad tradicional y arraigada en muchas localidades de la región.
Fue en ese momento cuando “El Tacuaro”, acompañado por otros dos hombres armados, arribó al lugar a bordo de un vehículo tipo Jetta. Según las investigaciones y pruebas presentadas por la Fiscalía, Gabriel “N” descendió del automóvil portando un arma larga, específicamente un rifle tipo R-15. Sin mediar palabra o provocación, el agresor golpeó al joven y lo obligó a subir al vehículo en el que viajaban.
En un intento desesperado por escapar y salvar su vida, la víctima logró forcejear y trató de huir del vehículo. Sin embargo, Gabriel “N” reaccionó de forma violenta y le disparó en repetidas ocasiones, impactándolo en al menos nueve ocasiones. Los múltiples disparos causaron la muerte inmediata del joven en el lugar de los hechos, dejando consternada a la comunidad y a sus familiares.
Desde el momento del crimen, las autoridades de la Fiscalía de Puebla iniciaron las investigaciones correspondientes para dar con los responsables de este brutal asesinato. La recopilación de pruebas, testimonios y el seguimiento del caso fueron cruciales para identificar a Gabriel “N” como el principal autor material del homicidio.
El proceso judicial y la sentencia implacable
Tras un exhaustivo proceso de investigación y la presentación de elementos probatorios contundentes, la Fiscalía General del Estado de Puebla logró establecer la culpabilidad de Gabriel “N”, alias “El Tacuaro”. El caso fue llevado ante los tribunales, donde un Juez de Control valoró las pruebas aportadas por el Ministerio Público.
La sentencia emitida por la autoridad judicial fue de 42 años y 6 meses de prisión, una pena que refleja la gravedad del delito y el compromiso de las autoridades con la procuración de justicia. Esta condena es el resultado de un trabajo coordinado entre los agentes de investigación y los fiscales, quienes lograron acreditar la plena responsabilidad de “El Tacuaro” en el asesinato del joven.
Además de la pena privativa de libertad, la sentencia contempla un aspecto crucial para la reparación del daño a la familia de la víctima. Se ordenó a Gabriel “N” el pago de una indemnización por la cantidad de 708 mil 500 pesos. Esta suma busca resarcir, en la medida de lo posible, el impacto económico y moral causado por la pérdida del joven.
Adicionalmente, se le impuso el pago de 8 mil 502 pesos para cubrir los gastos funerarios, asegurando que la familia no tenga que cargar con esta erogación. Esta resolución judicial envía un mensaje claro de que los crímenes violentos no quedarán impunes en Puebla, y que quienes atenten contra la vida de las personas enfrentarán la justicia y las consecuencias legales de sus actos.

La lucha contra la delincuencia en Acatzingo
El municipio de Acatzingo, como otras localidades de la región, ha enfrentado desafíos en materia de seguridad. La sentencia de Gabriel “N” es un paso importante en la lucha contra la delincuencia en esta zona y en la restauración de la confianza de la ciudadanía en sus instituciones de justicia.
Los hechos como el ocurrido el 24 de marzo de 2021, cuando un joven fue atacado mientras realizaba una actividad comunitaria, generan zozobra y temor. Sin embargo, la acción contundente de la Fiscalía de Puebla al llevar este caso hasta la sentencia demuestra que el trabajo de investigación y persecución del delito rinde frutos.
La labor de las fuerzas de seguridad y los operadores de justicia es fundamental para desarticular grupos delictivos y llevar ante la ley a quienes cometen actos de violencia. La sociedad de Acatzingo y de Puebla en general espera que este tipo de sentencias sirvan como un disuasivo para la criminalidad y contribuyan a la construcción de un ambiente de mayor seguridad y paz social.
El caso de Gabriel “N” “El Tacuaro” es un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, el sistema de justicia en Puebla trabaja para garantizar que las víctimas encuentren justicia y que los responsables de crímenes graves sean llevados a rendir cuentas por sus acciones.
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