Gabriela García Muñoz
El Consejo de Comerciantes Establecidos del Centro Histórico de Puebla, hizo un llamado urgente a las autoridades municipales para que reabran la circulación vehicular en todas las calles del primer cuadro de la ciudad. Según José Juan Ayala Vázquez, presidente del organismo, los cierres actuales están provocando una caída en las ventas de hasta un 20%, afectando severamente a los comerciantes locales.
La situación es particularmente crítica para el sector papelero y otros negocios relacionados con el regreso a clases, que tradicionalmente experimentan un aumento en sus ingresos durante esta temporada. Sin embargo, la combinación del cierre de calles y la presencia del comercio informal está impactando negativamente sus ventas justo en la semana previa al inicio del ciclo escolar.
“Los establecimientos que venden a medio mayoreo están enfrentando grandes dificultades para cargar sus mercancías debido a los problemas de movilidad”, explicó Ayala Vázquez. “Además, las papelerías grandes que se abastecieron de productos para esta temporada corren el riesgo de quedarse con exceso de inventario debido a las bajas ventas”.
El líder comerciante recordó que el cierre de calles fue implementado originalmente como una medida para inhibir la presencia de vendedores ambulantes. Sin embargo, al no lograr este objetivo, Ayala Vázquez insiste en que la mejor solución es reabrir el tránsito vehicular para permitir que los clientes lleguen al Centro Histórico con mayor facilidad.
La problemática no se limita solo a las papelerías. Otros negocios como zapaterías, tiendas de uniformes, de mochilas, almacenes de ropa interior y mercerías también se han visto afectados por las restricciones de tráfico.
Esta situación ha generado preocupación entre los comerciantes establecidos, quienes temen que la temporada de regreso a clases, tradicionalmente una de las más lucrativas del año, resulte en pérdidas significativas si no se toman medidas inmediatas.
El Consejo de Comerciantes Establecidos del Centro Histórico espera una respuesta rápida de las autoridades municipales para abordar esta situación crítica y apoyar la recuperación económica del sector comercial en el corazón de Puebla.
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