El mundo está a la espera de que este fin de semana reingrese el cohete chino, luego de que este entre de manera descontrolada a la Tierra y se desconozca donde podría aterrizar. El lanzamiento del cohete Long March 5B se llevó a cabo el pasado 29 de abril y hoy, avanza sin control con una velocidad de más de 27 mil kilómetros por hora hacia la Tierra.
Ante esta situación, los expertos militares de Estados Unidos han mencionado durante las últimas horas que el cohete podría caer en la superficie en algún momento entre el sábado y domingo. Hasta la fecha, se desconoce si sus restos se desintegrarán al entrar a la Tierra o si impactarán contra la superficie del planeta, y en caso de que esto suceda, en qué punto sería.
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Al día de hoy, no se desmiente la versión de que los restos puedan caer en una zona habitada; sin embargo, los expertos aseguran que el riesgo de que alguien salga lastimado es “extremadamente improbable” y hacen un llamado a la mesura. Este regreso del cohete chino, será uno de los reingresos no controlados más grandes de los últimos 30 años.
¿Dónde podría caer el cohete?
Un experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, Jonathan McDowell, mencionó que “si quiere apostar sobre dónde aterrizará algo en la Tierra, apueste por el Pacífico, porque el Pacífico es la parte más extensa de la Tierra. Es así de simple”. Igualmente, subrayó que la posible zona de caída está restringida por la trayectoria del cohete, el cual se mueve con una inclinación hacia el ecuador de unos 41,5 grados.
Estas declaraciones darían pie a que ya es posible excluir que los escombros puedan caer más al norte que aproximadamente 41,5 grados de latitud norte y más al sur que 41,5 grados latitud sur. Ante esta situación, Beijing ha buscado restar importancia al asunto y asegura que no existe ningún peligro.
“La probabilidad de causar daños es extremadamente baja”, dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin. “La mayoría de los componentes se destruirán” al entrar en la atmósfera, afirmaron.
Los expertos chinos aseguran que la mayor parte de los escombros deberían quedar calcinados al entrar a la atmósfera terrestre; sin embargo, siempre existe la posibilidad de que los metales con altos puntos de fusión y otros materiales resistentes sobrevivan hasta llegar a la superficie.
El cohete chino fue utilizado para poner en órbita parte de su estación espacial la semana pasada, la cual se ensamblará a partir de varios módulos que se enviarán en distintos momentos. Se pronostica que dicha estación esté en pleno funcionamiento a partir de finales de 2022. Finalmente, el cohete que entrará este fin de semana al planeta Tierra, tiene un peso de 22 toneladas y esta situación es la que más preocupa a los expertos.