Gabriela García Muñoz
La Catedral de Puebla abrirá sus puertas para una de sus más veneradas tradiciones: la exposición anual de las Santas Reliquias este 1 de noviembre, en el marco de la Solemnidad de Todos los Santos. Los fieles podrán acceder a esta extraordinaria muestra desde las 8:00 am hasta las 7:00 pm.
El padre Francisco Vázquez, rector de la Catedral, explicó que la exhibición, que reúne importantes vestigios de santos mártires, se concentra principalmente en la capilla de las Santas Reliquias, donde destaca una urna central de origen filipino. La colección incluye bustos de yeso, elaborados en la Academia de Bellas Artes, que contienen reliquias de santos prominentes como San Basilio, San Sotero Papa, San Cornelio y Santa Catalina de Siena, entre otros.
Un elemento significativo de la exposición, comentó, es la urna que contiene la reliquia del beato Juan de Palafox y Mendoza, noveno obispo de Puebla. Bajo el altar, los visitantes podrán apreciar una escultura en cera de San Florencio que resguarda restos óseos del santo, junto con pinturas del siglo XVIII realizadas por Juan Tinoco que representan a santos como San Lorenzo y Santa Úrsula.
La exhibición se extiende a otros espacios de la catedral. Bajo el altar de San José, se encuentra una singular escultura de cera de San Satrapio, mártir romano, acompañada de una lápida original de las catacumbas de Roma. El altar de los Arcángeles alberga una escultura de San Herculano mártir, junto con un ánfora que contiene vestigios de su sangre.
Asimismo, detalló que, como parte de las celebraciones, el 2 de noviembre, día de los Fieles Difuntos, se abrirán las Criptas de los Obispos, ubicadas bajo el ciprés del altar mayor. Este espacio sagrado, accesible de 10:00 am a 12:00 pm y de 2:00 pm a 7:00 pm, resguarda los restos de 13 obispos y 5 arzobispos de Puebla, incluyendo a Fray Julián de Garcés, primer obispo de la diócesis (1524-1527), y los destacados arzobispos Don Pedro Vera y Zulia y los hermanos Márquez y Toriz.
Esta tradición centenaria no solo representa una oportunidad única para que los fieles veneren las reliquias de los santos, sino también para aprender de su ejemplo y solicitar su intercesión, manteniendo viva una de las costumbres más arraigadas de la fe católica en Puebla.
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