El papa Francisco no descarta la posibilidad de renunciar ante sus problemas para caminar, así que ante periodistas que lo acompañaron a su viaje por Canadá afirmó que “cambiar de papa no sería una catástrofe”.
El pontífice de 85 años de edad tiene un problema en su rodilla que le impide estar de pie por mucho tiempo y ha tenido que utilizar una silla de ruedas para seguir con sus actividades.
“No he pensado en esa posibilidad (renunciar), pero eso no quiere decir que pasado mañana no lo piense”, afirmó ante la prensa.
Destacó que no sería algo extraño seguir el ejemplo de Benedicto XVI quien renunció en 2013.
En la rueda de prensa en el avión papal, dijo “creo que a mi edad y con estás limitantes, tengo que guardar un poco de fuerzas para poder servir a la iglesia o por el contrario pensar en la posibilidad de hacerme a un lado”.