El presidente Joe Biden le informó al Congreso este lunes, que el 11 de mayo pondrá fin a las dos emergencias nacionales para enfrentar el COVID-19, ya que la mayor parte del mundo está viviendo más cerca de la normalidad casi tres años después de que fueron declaradas por primera vez.
Poner fin a las declaraciones de emergencia nacional y de salud pública reestructuraría formalmente la respuesta federal al coronavirus, con lo cual se le daría al virus un trato de amenaza endémica a la salud pública que puede ser manejada a través de las autoridades normales de las agencias.
El anuncio se da cuando los legisladores ya han puesto fin a medidas de emergencias que mantuvieron a millones de estadounidenses confinados durante la pandemia.
Combinado con la retirada de la mayor parte del dinero federal de ayuda por el COVID-19, también quedaría por fuera el desarrollo de vacunas y tratamientos de la gestión directa del gobierno federal.
Legisladores se han negado
Los legisladores se han negado durante meses a cumplir con la solicitud de la administración Biden de miles de millones de dólares más para extender las pruebas y vacunas de COVID gratuitas. Y el paquete de gastos aprobado el año pasado y promulgado por Biden puso fin a una regla que prohibía a los estados sacar a las personas de Medicaid, una medida que se espera que haga que millones de personas pierdan su cobertura después del 1 de abril.
También se espera que los costos de las vacunas COVID-19 se disparen una vez que el gobierno deje de comprarlas, y Pfizer dice que podría costar hasta $130 por dosis