Este 19 de septiembre se conmemoran en México los sismos ocurridos en 1985 y en 2017 donde lamentablemente miles de personas perdieron la vida debido a la fuerza con la que azotaron ciudades como Puebla y la capital mexicana. Al ser un país propenso a sufrir terremotos, se han creado diversos sistemas de alerta para prevenir a la población con antelación sobre posibles sismos y así poder tomar las medidas correspondientes.
México, no es el único país en sufrir este tipo de desastres naturales, puesto que naciones como Japón, Taiwan, Turquía, China, Italia, Rumanía y más, geográficamente se encuentran en lugares propensos a terremotos, y se han visto en la necesidad de crear sistemas y alarmas que puedan alertar a la población sobre un posible sismo.
Uno de los sistemas de alerta temprana antisismos más modernos y avanzados son los de Japón, puesto que es uno de los países más propensos a sufrir terremotos debido a su ubicación. Los nipones han sufrido terremotos de magnitud 9, que han dejado decenas de personas muertas. Ante ello, los japoneses han logrado crear un sistema capaz de detectar movimientos, calcular el epicentro y alertar a su población a través de mil sismógrafos que se ubican en todo Japón.
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Igualmente, es capaz de medir ondas P las cuales son las primeras y normalmente son las más bajas para que después lleguen las ondas S, que son las secundarias y suelen ser las más fuertes y destructivas. Por ello, su sistema permite alertar a su población con antelación y así poderse salvaguardar.
Lo curioso de este sistema es que llega a la población a través de imágenes con avisos de que un sismo está por venir. Esta imagen es enviada a los celulares, acompañado de un sonido de campanas. Igualmente, aparece en todas las televisiones y radios del país. Este sistema es muy diferente al mexicano, puesto que aquí solo se emite a través de un sonido, el cual es diferente, puesto que el nipón esta hecho para evitar que la gente entre en pánico.
La alerta llega a centros nucleares y a transportes tales como el tren, para que puedan reducir su velocidad o en su caso frenar totalmente para así evitar un posible descarrilamiento.