La Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador, para la eliminación del outsourcing en las empresas privadas y en la administración pública, sanciona esta práctica como defraudación fiscal y establecer un tope para el pago de utilidades.
El pleno aprobó en lo general con 348 votos a favor, 77 en contra y 32 abstenciones, la reforma que limita la figura de la subcontratación de servicios y prohíbe la subcontratación de personal.
Los legisladores aprobaron modificaciones a la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado en el Artículo 123 constitucional para prohibir la subcontratación de personal en dependencias e instituciones. Solo se permitirá la subcontratación de servicios especializados o de ejecución de obras especializadas en el gobierno.
También establece el derecho de los trabajadores a participar en el reparto de utilidades que tendrá como límite máximo tres meses del salario del trabajador o el promedio de la participación recibida en los últimos tres años. Se aplicará el monto que resulte más favorable al trabajador.
La reforma laboral contó con la aprobación de Morena, PT, PES, Partido Verde y PRD, con el voto dividido del PRI, MC, y la negativa del PAN. También se presentaron 38 reservas.
En el debate los legisladores del PT, Gerardo Fernández Noroña y Mary Carmen Bernal, manifestaron que la propuesta del Ejecutivo federal era insuficiente al no eliminar de tajo el outsourcing.