Andrés Manuel López Obrador aclaró este lunes que desde que es presidente, no ha intervenido para castigar o liberar a nadie, luego de que se le preguntará si había metido las manos para que el exgobernador, Guillermo Padrés, llevara su proceso en libertad. El presidente aseguró que el no se mete y que es asunto exclusivo del Poder Judicial.
“Somos respetuosos de la decisión del Poder Judicial, es parte de los cambios. Desde que soy presidente no he intervenido para que se castigue a nadie de manera injustificada, ni he intervenido para liberar a nadie. Ningún acuerdo, yo no establezco relaciones de complicidad con nadie, son otros tiempos”, mencionó.
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El titular del ejecutivo afirmó que hoy en día, exista una verdadera división de poderes en México, y no como en el pasado, donde los presidentes ordenaban a placer.
“Es que hay, ahora sí, división y equilibrio de poderes. Antes el poder de los poderes era el Ejecutivo, y en especial el presidente. Entonces se quedó la costumbre de que el presidente era omnímodo, era todo todopoderoso, y que los otros dos poderes eran un apéndice. Tiene que ver con el Poder Judicial y con la actuación de jueces, magistrados y ministros, tiene que ver con la corrupción que imperó durante mucho tiempo y sigue habiendo corrupción”, aseguró.
“En lo que a mi me corresponde: ‘pañuelito blanco’. Pueden decir lo que quieran, pero ya no hay la corrupción que imperaba durante el periodo neoliberal, y la corrupción se daba de arriba para abajo, por eso estamos limpiando de corrupción el gobierno como se limpian las escaleras: de arriba para abajo”.
En febrero de 2019, Padrés salió del Reclusorio Oriente de la Ciudad de México luego de que un juez decretara que podría continuar su proceso en libertad luego de pagar una fianza. El exgobernador de Sonora es acusado por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita por más de 11 millones de pesos.