México se encuentra en alerta epidemiológica debido a un aumento significativo en los casos de tosferina. En la última semana, se registraron 78 nuevos contagios, elevando el total a 288 pacientes. Esta cifra representa un incremento del 1,416% en comparación con los 19 casos acumulados hasta el 1 de marzo de 2024. La velocidad de propagación de la enfermedad exige una respuesta inmediata y coordinada de las autoridades sanitarias y la población en general.
Distribución geográfica y grupos de riesgo
La Ciudad de México encabeza la lista de entidades con mayor número de casos, acumulando 46 pacientes. Le siguen Nuevo León (34), Chihuahua (24) y el Estado de México (23), según el Boletín Epidemiológico del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica. La tosferina es especialmente peligrosa en bebés y niños pequeños, quienes pueden experimentar complicaciones graves e incluso la muerte. Es crucial proteger a estos grupos vulnerables mediante la vacunación y la vigilancia de síntomas.
Síntomas, complicaciones y señales de alarma
La tosferina inicia con síntomas similares a un resfriado común: goteo nasal, congestión, estornudos y tos leve. Sin embargo, la enfermedad puede progresar a una tos severa e incontrolable, acompañada de pausas respiratorias en bebés, fiebre y dificultad para respirar. Las complicaciones pueden incluir neumonía, convulsiones, daño cerebral y muerte. Ante la presencia de estos síntomas, es fundamental buscar atención médica de inmediato.
Vacunación: la principal herramienta de prevención
La Secretaría de Salud del Gobierno federal emitió un aviso epidemiológico ante el aumento de casos, enfatizando la importancia de la vacunación. La vacuna hexavalente es fundamental para proteger a los menores de edad contra la tosferina y otras enfermedades. Es crucial verificar el esquema de vacunación de niños y adultos, y completar las dosis faltantes. La vacunación no solo protege a los individuos, sino que también contribuye a la inmunidad colectiva, reduciendo la propagación de la enfermedad.
Medidas preventivas y recomendaciones
Además de la vacunación, es importante adoptar medidas preventivas para evitar la propagación de la tosferina. Estas incluyen el lavado frecuente de manos, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, y evitar el contacto cercano con personas enfermas. Ante la presencia de síntomas respiratorios, se recomienda el uso de cubrebocas y el aislamiento voluntario. Es fundamental mantenerse informado a través de fuentes oficiales y seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
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