Los higos son la fruta estrella del mes de agosto. A mediados de mes empiezan a madurar y se convierten en el producto ideal para comer en ensaladas, como postre o para preparar mermeladas y otras recetas.
El higo destaca por su aroma suave y su sabor dulce. Pero además, posee grandes propiedades y beneficios para la salud. Tanto es así que incluso la FAO recomienda consumirlos por su bajo porcentaje de grasa y la calidad de su aporte proteico. Y si se consumen secos, el valor nutricional se multiplica por tres.
El higo la fruta más antigua de la historia
El higo es definido como muchos como la fruta más antigua de la historia. Se cree que este fruto ha acompañado a los seres humanos desde los inicios, incluso que alimentaban a nuestros antepasados. Aparecen en todas las religiones junto a sus principales protagonistas: Adán y Eva, Krishna, Buda, Jesús o Mahoma. Jeroglíficos de la pirámide de Gizeh (4.000 a. C.) representan su recolección. Platón lo tenía como su fruto predilecto y Galeno, considerado uno de los más completos investigadores médicos de la Edad Antigua, lo recomendaba a los atletas que participaban en los Juegos Olímpicos.
Utilizado como alimento y medicamento desde la antigüedad, el higo fue introducido desde el sur de Arabia, donde se piensa que se originó, hasta los países mediterráneos por los fenicios.
Beneficios
Los higos son ricos en azúcares naturales, minerales y fibra soluble. Los higos son ricos en minerales como potasio, calcio, magnesio, hierro y cobre y son una buena fuente de vitaminas antioxidantes A y K que contribuyen a la salud y el bienestar. Según la Fundación Española de Nutrición, por cada 100 gramos de porción comestible, estos son sus valores nutricionales. 65 kilocalorías, 1,2 gramos de proteínas, 16 gramos de hidratos de carbono, 2,5 gramos de fibra y 0 de colesterol.
Si nos referimos a los higos secos, estas son las cifras: cerca de 250 kilocalorías, 3,3 gramos de proteínas, 64 gramos de hidratos de carbono, 9,2 gramos de fibra y 0 colesterol.
Propiedades digestivas
Los higos se han utilizado durante mucho tiempo como un remedio casero o un tratamiento alternativo para problemas digestivos como el estreñimiento. La principal razón es su contenido en fibra, que como es bien sabido, es una excelente aliada al suavizar y agregar volumen a las heces, disminuir el estreñimiento y servir como prebiótico, o fuente de alimento para las bacterias saludables que pueblan su intestino. En este sentido, un estudio, concluyó que su consumo sirvió para disminuir significativamente el estreñimiento, en comparación con un grupo de control.
Otro estudio realizado con 150 personas que sufrían el síndrome del intestino irritable con estreñimiento (SII-C) encontró que aquellos que consumieron alrededor de 4 higos secos (45 gramos) dos veces al día experimentaron una reducción significativa de los síntomas, incluidos dolor, hinchazón y estreñimiento, en comparación con un control grupo.
Son antioxidantes
El color azul-morado de la fruta de higo está relacionado con la presencia de polifenoles, con efectos antioxidantes. Además, tienen antocianinas, que previenen el cáncer, además de ser un antiinflamatorio y otros beneficios.
Previenen la degeneración macular
Comer higos de forma habitual ayuda a mejorar los problemas visuales de la gente mayor. La vitamina A tiene incidencia directa en la traducción de la luz en señales nerviosas. El retinol, que es una sustancia específica de esta vitamina, contribuye con la salud de la visión.
Controlar los niveles de azúcar en la sangre
Un estudio de 1998 demostró que el té de hoja de higuera con el desayuno puede hacer disminuir las necesidades de insulina. Los participantes que lo hicieron, pudieron disminuir su dosis en aproximadamente un 12%.
Además, otro estudio sugiere que las bebidas que contienen altas dosis de extracto de higo tienen un índice glucémico (IG) más bajo que las bebidas no lo incluyen, lo que significa que estas bebidas tendrían un efecto más favorable en los niveles de azúcar en la sangre.
El asunto es diferente cuando hablamos de los higos secos, ya que contienen un alto contenido de azúcar y pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre a corto plazo. Por lo que para las personas que tiene que mantener bajo control su nivel de azúcar en la sangre, no se trata de una opción muy adecuada.
Una mejor salud cardiovascular
Los higos pueden mejorar la presión arterial y los niveles de grasa en la sangre, lo que, en consecuencia, puede ayudar a mejorar su salud vascular y disminuir su riesgo de enfermedad cardíaca. Por ejemplo, diversos estudios sugieren que el consumo de esta infrutescencia ayuda a disminuir la presión arterial y a reducir el colesterol.
Para una piel sana
Los higos pueden tener algunos efectos beneficiosos sobre la piel, especialmente en personas con dermatitis alérgica, o piel seca y con picazón como resultado de alergias.
Un estudio en niños con dermatitis descubrió que una crema hecha de extracto de higo seco aplicado dos veces al día durante 2 semanas fue más eficaz para tratar los síntomas de la dermatitis que la crema de hidrocortisona, el tratamiento estándar.
Además, se demostró que una combinación de extractos de fruta, incluido el extracto de higo, exhibe efectos antioxidantes en las células de la piel, disminuye la descomposición del colágeno y mejora la apariencia de las arrugas.
Mejora de la digestión
Los higos se digieren muy rápidamente, lo que contribuye con absorber sus azúcares naturales, el contenido de agua para hidratar el cuerpo, la fibra que ayudará a evacuar con mayor facilidad, al mismo tiempo que cuidan la micro biótica intestinal. Gracias a todos esto se consigue un alto valor energético, además de ser saciantes y ricos en fibra.