El Palacio de Buckingham anunció que la corona que utilizará el rey Carlos III en la ceremonia de investidura el próximo 6 de mayo de 2023, fue retirada de la Torre de Londres para adaptarla a su tamaño.
La corona de San Eduardo fue realizada en 1661 para el rey Carlos II y está conformada por zafiros, amatistas, topacios, turmalinas, entre otras piedras preciosas.
Será el 6 de mayo del próximo año cuando se realice la ceremonia oficial de coronación en la Abadía de Westminster de Londres y será oficiada por el arzobispo de Canterbury.