La Secretaría de Salud de Bogotá dio a conocer detalles sobre la muerte del baterista de Foo Fighters, Taylor Hawkins, ocurrida el viernes por la noche en un hotel de dicha ciudad colombiana.
El Centro Regulador de Urgencias y Emergencias señaló que “recibió el reporte sobre un paciente con dolor en el pecho en un hotel ubicado al norte de la ciudad”.
La dependencia apuntó, a través de un comunicado, que envió una ambulancia para atender la emergencia reportada.
Tras la confirmación de la muerte del músico, las autoridades encargadas realizaron el levantamiento del cadáver y comenzaron con las indagatorias.
Según primeras versiones, el baterista presentó un dolor en el pecho y después, personal del hotel Casa Medina, llamó al servicio de urgencias, pero cuando llegaron los médicos en la ambulancia, el artista ya había muerto.
Taylor Hawkins, quien se unió a la banda en 1997 después de dos años como baterista de Alanis Morissette, fue un elemento clave en el sonido y la imagen de Foo Fighters.
De acuerdo con Variety se trataba de “un baterista imaginativo y sólido que tuvo la tarea aparentemente ingrata de tocar la batería detrás del líder de Foos, Dave Grohl, quien es uno de los mejores bateristas en la historia del rock”.
Hawkins desempeñó ese papel con aplomo, aportando su propio estilo sin tratar de emular a Grohl.