Un grupo de enfermeras está al cuidado de 21 recién nacidos por gestación subrogada en un sótano de Kiev, capital de Ucrania, que han habilitado como clínica.
Al cumplirse tres semanas de la invasión de Rusia, sus futuras familias, provenientes de diferentes partes del mundo, no pueden ir por ellos por la guerra y no hay fecha para encontrarse.
Y es que Ucrania es de los pocos países que ofrecen servicios de maternidad subrogada a parejas, principalmente, de Estados Unidos, América del Sur y China que no pueden tener hijos.
“No es su culpa que los padres no puedan venir a recogerlos. Así que nos quedamos aquí, lo sobrellevamos y les ayudamos con lo que podemos“, dice Oksana Martynenko, una de las cuidadoras.
“Nos quedamos aquí para cuidarlos. ¿Quién cuidará de ellos mientras sus padres no están?, ¿Quién los va a ayudar? Así que nosotras los cuidamos. No podemos dejarlos abandonados. ¿Cómo podría ser posible? Son criaturas pequeñas”, comentó.
En la clínica improvisada en el sótano de un edificio se observan en fila pequeñas camas de plástico y biberones apilados para ser esterilizados.
(Con información e imágenes de Reuters)